Relato
El retorno al vuelo después de la cuarentena fue difÃcil, sentÃa que habÃa perdido mucho entrenamiento y cosas que antes habÃa naturalizado las tenÃa que pensar mucho. Asà que decidà ponerme como objetivo ese dÃa mantenerme en el aire como mÃnimo 3 horas y solo dejarme derivar sin pensar tanto en la distancia. Despegue a las 12 del mediodÃa aprox. del km 20 de la ruta 193 donde habitualmente vuelo. Durante el remolque encontre la primer térmica que me llevo a la base de la nube y asà empezó el recorrido.
Trate de volar lento y seguro, deje que no me ganara la ansiedad, girando tooooodooo lo que cruzaba, analizando todo lo que veÃa a mi alrededor y eligiendo bien hacia donde tirar la próxima transición. A veces se subÃa suave y a veces me enroscaba en núcleos muy potentes de +5 o +6. En un par de oportunidades quedé baja y fui a las gloriosas cosechadoras que siempre nos salvan y volvà a los 1800. A la altura de Suipacha me di cuenta que llevaba aproximadamente 80km de recorrido, habÃa cumplido mi objetivo diario de 3 horas y estaba muy cerca de mi objetivo de la temporada de superar los 100km y el de conseguir superar el récord femenino, y siendo más o menos las 15hs tenÃa las mejores horas de la tarde para recorrer mas kilómetros. Decidà abandonar la seguridad de la ruta para seguir la lÃnea de ascendencia y las nubes que me marcaron el recorrido por medio del campo. Las próximas 2 horas fueron de mayor determinación y enfoque, ya que el cansancio fÃsico y mental te juega malas pasadas. De a ratos desorientada, mi única referencia era el rÃo salado. Térmicas más distanciadas pero ya estaba muy cerca. Se que la montaña es imponente, pero como piloto de llano nunca dejó de asombrarme con la vista y los paisajes que tenemos. Toda esa zona fue nueva para mà y pude realmente disfrutarla. Lleno de lagunas por donde mires (y pocos pueblos y caminos!) y el rÃo como un cordon que se extiende onduleando hasta que lo perdés de vista, es realmente increÃble. Asà fue como llegue arriba de un pueblo llamado Elvira (donde se seguÃa subiendo! Ja!), a orillas del rio, y vi que habÃa superado la distancia propuesta y a casi 5 horas de vuelo decidà aterrizar.
Si bien 118km no es mucho comparado con el record general, algo que debo destacar respeto a este vuelo es lo instructivo que fue para mi. Sentà que pude unir todas las fichas de lo que fui aprendiendo, leyendo y escuchando durante estos 4 años, pero por sobre todo fue que, en cada tramito del viaje, se me venÃa a la mente algo que me habÃa dicho o recomendado alguno de mis compañeros, como si todos hubieran estado ahÃ, marcandome el recorrido.
Estoy más que agradecida con ellos porque siempre, y a su manera, me fueron impulsando a progresar y seguir evolucionando como piloto. Y es más que gratificante cuando ves que todo el esfuerzo, el entrenamiento y la dedicación dan resultados.
Y lo mejor de todo, aparte de la felicidad de haber conseguido los objetivos fijados, fue que realmente disfrute el vuelo de principio o fin.