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LA FAVL y la libertad |
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Una vez más tenemos
la discusión "licencia sí - licencia no", un debate un poco
cansador ya, pero que siempre ayuda a todas las partes involucradas
a conocer otras posturas y a recibir información.
Me preguntaba por qué es tan recurrente este tema. Más allá
de que pueda haber algún "trucho de alma", defensor de la
anarquía y enemigo de todo lo que implique orden y organización,
me parece que lo que hay en el fondo es TEMOR: un miedo lógico
y natural de perder esto tan maravilloso que tenemos, que
es la posibilidad de volar. Escribo entonces con la intención
de despejar ese temor, y aclarar algunas cuestiones que se
han venido distorsionando en la discusión, seguramente sin
mala intención.
Antes que nada debemos aclarar que la FAVL no es un oscuro
ente estatal ni una ambiciosa empresa privada. Somos un grupo
de pilotos iguales a cualquiera de Uds., que nos encanta volar,
queremos seguir haciéndolo y que el deporte crezca. Solo que
en algún momento tuvimos la visión de que para defender y
hacer crecer el parapente (uno de los objetivos primordiales
de la FAVL) es imprescindible ORGANIZAR la actividad, y nos
comprometimos a dedicar trabajo para lograrlo. "Solo la organización
vence al tiempo" decía un viejo que la tenía bastante clara.
Claro que somos humanos y podemos equivocarnos a pesar de
las buenas intenciones, pero al menos les pido que crean en
nuestras buenas intenciones. También es claro que es muy difícil
complacer a todo el mundo cuando hay posturas tan dispares,
desde el que pretende que la FAVL sea policía y ande incautando
equipos y cobrando multas, hasta el que pretende que la FAVL
no exista. Ni una cosa, ni la otra.
Imaginemos que no existiera ninguna entidad que represente
a los parapentistas, y algún funcionario decide prohibir el
vuelo porque "esos loquitos del parapente son un peligro para
la comunidad". Si querés protestar y no tenés alguien que
te represente, ni siquiera te atienden. No les interesa hablar
con pilotos individuales, uno por uno, quieren un interlocutor
que sea representativo y que cumpla mínimos requisitos orgánicos,
como tener personería jurídica. ¿Qué hacemos entonces, sin
un representante?. ¿Salimos a cortar rutas?. Con el tiempo
y de a poquito la FAVL se ha ido ganando una imagen ante las
autoridades. Ya no somos "los loquitos del parapente", sino
una organización seria y responsable a la que corresponde
respetar. Y sin ir tan al extremo, la FAVL está siempre a
disposición para acompañar proyectos de solicitar zonas de
vuelo, armar proyectos comerciales que necesiten algún tipo
de aval, etc.
Al margen de cumplir funciones deportivas, como cualquier
federación (administrar el campeonato, llevar el ranking,
etc.), la FAVL representa a sus Federados (a través de los
clubes a los que están asociados) e indirectamente defiende
el interés de TODOS lo parapentistas, que no es ni más ni
menos que volar.
Se ha dicho que la FAVL quiere obligar a todos los pilotos
a sacar licencia. Esto no es cierto. El que no quiera tener
licencia, que no la saque y punto. Nadie le va a incautar
el equipo, ni perseguirlo ni señalarlo con el dedo. Lo que
sí hacemos es pedir apoyo (a través de la adhesión) para que
la FAVL tenga mayor representatividad y peso, y podamos tener
más fuerza a la hora de reclamar o negociar. Por ejemplo,
pedir algún subsidio para ayudar a nuestros deportistas en
el exterior (cosa que hasta ahora no hemos logrado), negociar
algún tipo de seguro, etc. Pero esto es algo voluntario. Hay
quienes ven la conveniencia de fortalecernos orgánicamente
y quienes no, y cada uno es libre de decidir.
Se ha dicho que la FAVL quiere coartar nuestra libertad para
volar. Pero es justamente lo opuesto. Lo que pasa es que no
debemos llamar libertad a lo que no lo es. Imaginemos que
yo quiero acampar con mi carpa en la plaza del pueblo, frente
a la iglesia y la municipalidad. Enseguida va a aparecer algún
policía a decirme "no m'hijo, esto es una plaza, no un camping.
Acá no se puede". Yo puedo protestar que "no me dejan ser
libre, son unos represores, autoritarios, oligarcas...", pero
lo que estoy llamando libertad es en realidad la transgresión
de una norma. Una norma que se estableció pensando en el bien
común, para que todos puedan disfrutar de ese espacio, o en
favor de la seguridad, o por algún otro criterio. Aún si no
me echan de la plaza, no quiere decir que tenga realmente
la libertad o el derecho de darle un mal uso.
Los despegues y aterrizajes son como esa plaza. Tienen un
dueño o administrador que establece las reglas para usar ese
espacio. Si lo quiero usar debo respetar su derecho a establecer
esas reglas, porque mi libertad termina donde empieza la del
otro. Esas reglas indefectiblemente están orientadas a favorecer
la seguridad, para proteger el lugar de vuelo. Nadie quiere
un accidente en su rampa, no solo por la mala imagen que implica,
sino por las posibles implicancias legales (responsabilidad
civil del propietario del terreno). Pueden pedir que los desconocidos
hagan unos inflados de prueba, pueden pedir licencia, pueden
exigir que se vuele asistido, y están en su derecho de hacerlo.
Al que no le guste, es libre de ir a volar a cualquier otro
lado de nuestro inmenso país, siempre que el dueño del terreno
se los permita. Sería lindo cabalgar como Martín Fierro por
la pampa sin alambrados, pero eso no existe. Hay gente que
tiene derechos y hay que respetarlos.
Se puede argumentar que la licencia no es garantía de no sufrir
un accidente. Es cierto, pero al menos es una referencia.
Indica que ese tipo se preparó para aprobar un teórico, que
demostró cierto control de la vela en el piso, que fue capaz
de hacer las maniobras establecidas y aterrizar con cierta
precisión. Es una referencia válida, como puede ser preguntarle
a alguien "che ¿conocés a ese tipo que se está equipando ahí?
¿la tiene más o menos clara o es un peligro?".
Se ha dicho que hay un criterio elitista. También es incorrecto.
Ya he dicho que el pedir licencia en un sitios de vuelo responde
a criterios de seguridad, y lo mismo ocurre en un campeonato.
El pedir licencia avanzada en un nacional es porque en esos
campeonatos se vuela en condiciones fuertes y el piloto puede
llegar a exponerse a riesgos mayores que en un regional o
en la CND. Y si bien usualmente hay camaradería y buena onda,
cada piloto debe estar en condiciones de analizar y tomar
sus decisiones por sí mismo. Se han dado amplias posibilidades
y flexibilidades para acceder a la licencia. Realmente el
que no la tiene hoy es porque no la quiso tener, y mal puede
venir a pedir que se extiendan eternamente las excepciones.
Si seguimos así, nivelando para abajo, va a ser como cuando
convenía no pagar los impuestos, total siempre salía una moratoria.
El plan para ir organizando la participación en campeonatos
ha sido gradual y claro para todo el que se interesó en verlo.
No queremos limitar el campeonato, al contrario, queremos
que participe la mayor cantidad posible de pilotos. Pero que
sea dentro de un marco de seguridad.
Se ha cuestionado la competencia de la FAVL para organizar
la actividad de vuelo libre. En otras actividades hay entes
que regulan la obtención de licencias para conducir autos,
barcos, motos, planeadores y cualquier otra cosa que se quiera
usar para competir. Pero no es el caso del vuelo libre, donde
hay un agujero legal. Fuera de las normas generales de tránsito
aéreo, no hay una ley específica para el vuelo libre, ni un
ente estatal que otorgue licencias habilitantes. Por lo tanto,
no es obligatorio tener licencia para volar. Viendo esta situación
potencialmente caótica, en su momento la autoridad competente
(Fuerza Aérea) emitió la disposición Nº 171 de fecha 22/11/2001,
que en sus considerandos dice:
"Que la Autoridad Aeronáutica considera deseable que
los entusiastas de estas actividades aerodeportivas se asocien
en clubes y entidades similares y estos su vez integren la
Federación Argentina, con el fin de que ésta última emita
y difunda documentos que sirvan de orientación y sean fuente
de información y de referencia técnica/operativa para mejorar
las características de seguridad y performance de sus equipos."
Esta disposición sigue vigente y queda claro que la FAA reconoce
a la FAVL como entidad "orientadora" de la actividad de vuelo
libre (sin limitarla solamente a quienes deseen competir),
y esto la habilita a emitir los correspondientes reglamentos
y establecer el esquema de licencias que considere oportuno.
Insisto, sin que sea obligatorio tenerla para poder volar.
Pero si quiero volar desde una propiedad particular, deberé
respetar sus condiciones. La FAVL ha considerado un aporte
a la seguridad que en los sitios de vuelo se trate de verificar
la competencia de quienes pretendan despegar (por su propia
salud), ya sea pidiendo licencia o de alguna otra manera.
Bueno, se ha hecho largo (me contagió Musto...) y para muchos
esto será todo muy obvio, pero espero haber aclarado el panorama
especialmente a quienes están alejados de los clubes y la
FAVL y no tienen otra forma de saber qué pasa, más que lo
que se dice en estas listas. No hay malas intenciones, no
hay intereses oscuros, queremos que todos usemos nuestra libertad
de volar, pero que sea con seguridad y respetando las libertades
de las otras personas.
Buenos vuelos
Juan Ramon Castillo
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